miércoles, 19 de noviembre de 2008


Antes de tener a su hija Harlow Winter Kate, Nicole Richie reconoció tener un severo trastorno alimenticio y declaró no estar a gusto con su delgadez, por lo que se sometió a un estricto tratamiento médico para aumentar de peso. "Sé que estoy demasiado delgada y no quiero que ninguna chica se parezca a mí. No me gusta cómo me veo", confesó.

Mary Kate Olsen estuvo internada en el 2005 por anorexia. La actriz de 18 años siguió tratamiento en una clínica especializada durante más de un mes, pero se desconoce si se recuperó.

Victoria Beckam, la esposa de David Beckham es mencionada como figura inspiracional de quienes padecen desórdenes alimenticios. Ella por su parte, ha señalado que no sufre de ningún trastorno alimenticio, de hecho, dice que "come como un cerdo", aunque anteriormente contaba las calorías que consumía a un grado obsesivo porque temía subir de peso.

Otra que también ha padecido problemas alimenticios es Lara Flynn Boyle, quien en el 2003 lucía una figura casi esquelética y sin embargo negaba tener problemas alimenticios. Hoy en día Lara está bajo control, sin embargo se dice que padece de artritis, causada por la anorexia.

Los cambios en el físico de la actriz Tara Reid han dado mucho de que hablar, desde el año pasado en que su extrema delgadez fue captada durante una sesión de modelaje en Bali. Tara ha ocupado páginas completas de diversas revistas de la farándula, pero no por su trabajo, sino porque se especula que su figura no sería producto de una dieta, sino que Reid estaría sufriendo de anorexia.

martes, 18 de noviembre de 2008

Tratamientos

Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:

*Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
*Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
*Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
El ingreso en un centro médico es necesario cuando:

La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales
Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente
Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.
El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:

Se detecta de manera precoz
No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede provocar molestias digestivas, ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve la menstruación. Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas racionales, eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y desarrollar las habilidades sociales y comunicativas entre el enfermo y su entorno. La familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque en ocasiones el factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la recuperación se prolonga inevitablemente en el hogar.

Síntomas

Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endócrinos se hacen evidentes en un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:

*Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y *talla del enfermo.
*Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
*Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
*Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, dolor abdominal, vómitos, etc.
*Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos
*Constante sensación de frío
*Reducción progresiva de los alimentos
*Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte
*Utilización de trampas para evitar la comida
*Hiperactividad
*A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico: Abstracciones selectivas, Uso selectivo de la información, Generalizaciones, Supersticiones, Se magnifica el lado negativo de cualquier situación, Pensamiento dicotómico,Ideas autorreferenciales,Inferencia arbitraria.



En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:

Las pulsaciones cardiacas se reducen.
Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
Baja la presión arterial.
Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
Disminución de la motilidad intestinal.
Anemia.
Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
Estreñimiento crónico.
La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
Las uñas se quiebran.
Pérdida de cabello.
Problemas con los dientes y edemas periféricos.Hinchazones y dolores abdominales.